Durante la época de la revolución industrial británica hubo un
incremento muy alto de la productividad agrícola, del rendimiento y de la
productividad agrícola, del rendimiento y de la producción total. Estos hechos
provocaron un aumento de población sin precedentes, liberando del campo a un
significante porcentaje de la población, que constituyó la mano de obra de la
revolución industrial.