Ludismo: fue un movimiento
obrero que adquirió auge en Inglaterra a partir del odio hacia
las máquinas. Sus seguidores se llamaban ludistas o luditas,
nombre que tomaron de Ned Ludd -líder ficticio que crearon los
obreros para que las fuerzas del orden (ejército) nunca pudieran descabezar la
rebelión-. El ludismo representaba las protestas de los obreros contra las
industrias por los despidos y los bajos salarios ocasionados por la
introducción de las máquinas. Estas revueltas eran desorganizadas y los obreros
atentaban contra las máquinas destruyéndolas.
Cartismo: fue
un movimiento de la reforma social que surgió en Reino Unido y que expresaba la
agitación de la clase obrera, debido a los cambios derivados de la Revolución
Industrial, la coyuntura económica y a leyes promulgadas por el Parlamento. Al
igual que el ludismo el cartismo fue un movimiento propio de la
primera etapa del movimiento obrero pero, a diferencia de aquel, tuvo una
índole esencialmente política. Obtuvo su nombre de la Carta del Pueblo, que es
un documento escrito el 7 de junio de 1837, en el British Coffee House de
Londres, enviado al Parlamento Británico en 1838, que señala las 6
peticiones del movimiento en las que se reivindicaba:
- Sufragio
universal (a los hombres mayores de 21 años, cuerdos y sin
antecedentes penales).
- Voto secreto
- Sueldo anual
para los diputados que posibilitase a los trabajadores el ejercicio de la política.
- Reunión anual
del parlamento, que aunque pudiera generar inestabilidad, evitaría el
soborno.
- La
participación de los obreros en el Parlamento mediante la
abolición del requisito de propiedad para asistir al mismo.
- Establecimiento
de circunscripciones iguales, que aseguren la misma representación al
mismo número de votantes.
Los
defensores del cartismo pensaban que cuando los trabajadores alcanzasen el
poder político, podrían adecuar las leyes a sus intereses de clase. La duración
de este movimiento abarcó una década, entre 1838 y 1848, aunque las reuniones
del movimiento continuaron hasta 1852.
Sindicalismo: es una corriente sindical histórica inspirada en Georges Sorel y Arturo Labriola, donde el sindicato era la institución clave tanto para proteger a los trabajadores de sus patrones y del Estado (o de cualquier abuso), así como para organizar la vida productiva y administrativa de la sociedad.